En el último día de su pontificado, los capuchinos, sintiéndonos una gran
familia esparcida por todo el mundo, unida estrechamente a la Sede apostólica de
Roma, queremos agradecer al Papa Benedicto XVI por su “claro testimonio de
amistad con Jesús vivido con fe profunda y humildad”.
Llevaremos en la memoria del corazón sus palabras dirigidas a nuestro
Ministro, pronunciadas en la audiencia personal concedida a fr. Mauro el 5 de
enero de2007: “¡Vivan el carisma de San Francisco con alegría! Empéñense en
vivir la pobreza tanto de manera espiritual como material y verán que seguirán
teniendo vocaciones. No serán tan numerosas como en los tiempos pasados, porque
las familias mismas están formadas por núcleos pequeños, pero tendrán
ciertamente vocaciones”. Recordaremos los varios encuentros del Santo Padre con
nosotros en sus visitas a nuestros lugares: Manopello, Asís, Loreto, Meryem Ana
de Éfeso (Turquía) y San Giovanni Rotondo. Le agradecemos por los Beatos
capuchinos proclamados durante su pontificado y por la confianza hacia nuestra
Orden manifestada por el nombramiento de tantos de nuestros hermanos como
obispos en distintos lugares del mundo, siempre en lugares que se adecúan a
nuestro estilo de vida: pequeños, alejados, con dificultades; así como otros
nombramientos a nuestros hermanos como por ejemplo para el Sínodo de los
Obispos.
Hacemos nuestra la invitación del Papa con gratitud y compromiso y cada día
vivamos nuestro carisma con alegría elevando nuestra oración tanto por Benedicto
XVI como por los cardenales que se preparan para elegir a su sucesor. Nos
acompañen las palabras que pronunció en su última audiencia general el miércoles
pasado: “La palabra de la verdad del Evangelio es la fuerza y la vida de la
Iglesia… En tu palabra echaré las redes seguro que Tú me guiarás aún con todas
mis debilidades … Pero he sabido siempre que en aquella barca está el Señor, he
sabido siempre que la barca de la Iglesia no es mía, no es nuestra, es Suya…”.
Fuente:ofmcap.org
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