Beatísimo Padre:
¡Paz y Bien!
Con el saludo popular y simple de la tradición franciscana deseo dirigirme
a usted para entregarle el saludo de cada uno de los hermanos de la Orden de los
Hermanos Menores Capuchinos por su elección como Sumo Pontífice asegurándole
desde ahora nuestra oración.
En su primer encuentro con la Iglesia de Roma, al asomarse por el ventanal
de la Basílica Vaticana nos invitó a caminar juntos y a orar los unos por los
otros de manera que seamos un signo de fraternidad, amor y confianza.
Gracias Santo Padre por esta invitación que acogemos y ponemos como
compromiso de nuestra fraternidad de Hermanos Menores Capuchinos para hacernos
signo de aquella fraternidad que Cristo nos ha enseñado expresada en el lavarnos
los pies los unos a los otros.
San Francisco de Asís en el cántico del Hermano Sol nos invita a orar por
la realización de esta gran fraternidad haciéndonos cantar en la última estrofa:
« ¡Alabad y bendecid a mi Señor y gracias dad y servidle con muy grande
humildad! ». Donde la alabanza agradable al Señor es la gratitud por su amor
manifestado en la Cruz unido al servicio humilde que se brinda a todo hombre y
mujer de todo tiempo y lugar.
Santo Padre, asegurándole nuestra filial obediencia y nuestra cotidiana
oración al Señor le pido que bendiga a los hermanos capuchinos.
Roma, 15 de marzo del 2013
Fr. Mauro Jöhri
Ministro general
OFMCap